Un sitio turístico cubano con indudables valores arquitectónicos, culturales e históricos celebra sus 61 cumpleaños, el Hotel Habana Riviera.
Sus años de existencia representan una especie de símbolo de la consolidación y el desarrollo del turismo como industria para este país.
Después de adoptar en 1994 el sector recreativo como una fuente de ingresos sólida y en desarrollo, las autoridades abrazaron los conceptos de sustentable y sostenible como elementos férreos para toda una filosofía y plan de progreso.
Estas ideas son constantemente reiteradas por funcionarios del Ministerio del Turismo y ahora tienen en las más de seis décadas del Riviera una especie de bandera a la hora de destacar una espiral creciente, con infraestructura adecuada.
El Riviera precisamente está en una nueva etapa de su operación, administrado por la cadena hotelera española Iberostar y con un plan de remozamiento.
HOTEL DE HOTELES
El Habana Riviera, ubicado frente al malecón habanero, constituyó en su momento el mejor hotel de lujo del país, inaugurado el 10 de diciembre de 1957.
Pero además de hotel, su espacio representa historia y cultura sin par, con esculturas del artista plástico cubano de renombre, ya fallecido, Florencio Gelabert (1904-1995).
Su belleza, encanto y ambiente acogedor lo convierten en uno de los hoteles más queridos por los cubanos y por muchos visitantes internacionales.
En las listas de huéspedes aparecen poetas, bailarines, pintores, actores, cineastas, escritores, premios Nobel, artistas de todo tipo, embajadores, funcionarios, presidentes y personajes famosos del mundo entero.
Las tierras donde hoy se encuentra en el barrio de El Vedado pertenecían a un área inhóspita, necesarias de ser defendidas en épocas de la colonización española, en una inicial urbe San Cristóbal de La Habana que en 2019 cumplirá 500 años.
Leyes ibéricas prohibían abrir camino en la rivera y a esos terrenos se les comenzó a llamar 'Vedados', de ahí el nombre del vecindario original.
A fines de los años 50 del pasado siglo, el mafioso estadounidense Mayer Lansky estableció su centro de operaciones en La Habana, luego de una serie de alianzas en Las Vegas, y creó la compañía Riviera de Cuba S.A. con la aprobación de un hotel estilo horizontal de 18 plantas en Paseo No.1 y Malecón.
Los planos originales y el proyecto fueron creados en Estados Unidos por la compañía Fedelman Contruction Corporation y por el Arquitecto Facultativo en Cuba Manuel Carrera Machado.
Por demás, el hotel fue bautizado con el nombre de Riviera en recordación a la famosa Riviera Francesa.
El establecimiento comenzó a edificarse en 1956, por el proyecto de Obras de la Construcción Corporation S.A. (Pocsa) y su decoración estuvo a cargo de Albert Carvin and Company y del arquitecto Igor Polevitsky de 'Polevitsky and Johnson'
El 10 de diciembre de 1957, día de su apertura, apareció la propaganda del Cabaret Copa Room con Ginger Rogers y su Revista Musical, bajo la dirección de Jack Cole.
Durante sus primeros tres años actuaron en el hotel o se hospedaron, Ginger Rogers (la compañera de baile de Fred Astaire), los cómicos Abbot y Costello, los Campeones Mundiales de Boxeo Joe Louis y Rocky Marciano, y el gran boxeador cubano Kid Chocolate.
Además, estuvieron presentes actores del cine mexicano como César Romero y el gánster del cine George Raft, amigo personal de Lansky.
En épocas posteriores estuvieron en el Riviera figuras como el poeta salvadoreño Roque Dalton; el que fue después presidente chileno Salvador Allende; la luchadora negra estadounidense Ángela Davis o la cosmonauta soviética Valentina Tereskova.
Por lo tanto, hotel y huéspedes fueron otorgando lustre y misticismo tanto al lugar como al turismo cubano, referencias que se conservan hasta la actualidad.
Un asiduo huésped fue el novelista colombiano Gabriel García Márquez, además de una pléyade de empresarios y representantes de importantes firmas comerciales del mundo.
Es el lugar del reino de las obras del escultor cubano Florencio Gelabert como el conjunto Danza (mujer bailando con delfín), que identifica la entrada, Los Peces en el exterior y Ritmo Cubano en el lobby, entre muchas otras.
Salones como Copa Room, sus restaurantes y la vista panorámica de buena parte de la ciudad lo destacan entre muchos otros hoteles.
Cuenta con 352 habitaciones, incluida una suite presidencial, y servicios de primera línea, además del famoso restaurante L´Aiglon, con una renovación del hotel en 1994, y servicios de cinco estrellas, que están en remodelación.
Vida, elegancia y deseos de brindar una buena bienvenida al visitante foráneo constituyen claves para su personal, orgullosos de estos 61 años y del turismo cubano.
Sus años de existencia representan una especie de símbolo de la consolidación y el desarrollo del turismo como industria para este país.
Después de adoptar en 1994 el sector recreativo como una fuente de ingresos sólida y en desarrollo, las autoridades abrazaron los conceptos de sustentable y sostenible como elementos férreos para toda una filosofía y plan de progreso.
Estas ideas son constantemente reiteradas por funcionarios del Ministerio del Turismo y ahora tienen en las más de seis décadas del Riviera una especie de bandera a la hora de destacar una espiral creciente, con infraestructura adecuada.
El Riviera precisamente está en una nueva etapa de su operación, administrado por la cadena hotelera española Iberostar y con un plan de remozamiento.
HOTEL DE HOTELES
El Habana Riviera, ubicado frente al malecón habanero, constituyó en su momento el mejor hotel de lujo del país, inaugurado el 10 de diciembre de 1957.
Pero además de hotel, su espacio representa historia y cultura sin par, con esculturas del artista plástico cubano de renombre, ya fallecido, Florencio Gelabert (1904-1995).
Su belleza, encanto y ambiente acogedor lo convierten en uno de los hoteles más queridos por los cubanos y por muchos visitantes internacionales.
En las listas de huéspedes aparecen poetas, bailarines, pintores, actores, cineastas, escritores, premios Nobel, artistas de todo tipo, embajadores, funcionarios, presidentes y personajes famosos del mundo entero.
Las tierras donde hoy se encuentra en el barrio de El Vedado pertenecían a un área inhóspita, necesarias de ser defendidas en épocas de la colonización española, en una inicial urbe San Cristóbal de La Habana que en 2019 cumplirá 500 años.
Leyes ibéricas prohibían abrir camino en la rivera y a esos terrenos se les comenzó a llamar 'Vedados', de ahí el nombre del vecindario original.
A fines de los años 50 del pasado siglo, el mafioso estadounidense Mayer Lansky estableció su centro de operaciones en La Habana, luego de una serie de alianzas en Las Vegas, y creó la compañía Riviera de Cuba S.A. con la aprobación de un hotel estilo horizontal de 18 plantas en Paseo No.1 y Malecón.
Los planos originales y el proyecto fueron creados en Estados Unidos por la compañía Fedelman Contruction Corporation y por el Arquitecto Facultativo en Cuba Manuel Carrera Machado.
Por demás, el hotel fue bautizado con el nombre de Riviera en recordación a la famosa Riviera Francesa.
El establecimiento comenzó a edificarse en 1956, por el proyecto de Obras de la Construcción Corporation S.A. (Pocsa) y su decoración estuvo a cargo de Albert Carvin and Company y del arquitecto Igor Polevitsky de 'Polevitsky and Johnson'
El 10 de diciembre de 1957, día de su apertura, apareció la propaganda del Cabaret Copa Room con Ginger Rogers y su Revista Musical, bajo la dirección de Jack Cole.
Durante sus primeros tres años actuaron en el hotel o se hospedaron, Ginger Rogers (la compañera de baile de Fred Astaire), los cómicos Abbot y Costello, los Campeones Mundiales de Boxeo Joe Louis y Rocky Marciano, y el gran boxeador cubano Kid Chocolate.
Además, estuvieron presentes actores del cine mexicano como César Romero y el gánster del cine George Raft, amigo personal de Lansky.
En épocas posteriores estuvieron en el Riviera figuras como el poeta salvadoreño Roque Dalton; el que fue después presidente chileno Salvador Allende; la luchadora negra estadounidense Ángela Davis o la cosmonauta soviética Valentina Tereskova.
Por lo tanto, hotel y huéspedes fueron otorgando lustre y misticismo tanto al lugar como al turismo cubano, referencias que se conservan hasta la actualidad.
Un asiduo huésped fue el novelista colombiano Gabriel García Márquez, además de una pléyade de empresarios y representantes de importantes firmas comerciales del mundo.
Es el lugar del reino de las obras del escultor cubano Florencio Gelabert como el conjunto Danza (mujer bailando con delfín), que identifica la entrada, Los Peces en el exterior y Ritmo Cubano en el lobby, entre muchas otras.
Salones como Copa Room, sus restaurantes y la vista panorámica de buena parte de la ciudad lo destacan entre muchos otros hoteles.
Cuenta con 352 habitaciones, incluida una suite presidencial, y servicios de primera línea, además del famoso restaurante L´Aiglon, con una renovación del hotel en 1994, y servicios de cinco estrellas, que están en remodelación.
Vida, elegancia y deseos de brindar una buena bienvenida al visitante foráneo constituyen claves para su personal, orgullosos de estos 61 años y del turismo cubano.
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