El reciente anuncio de iniciar un proceso de normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba genera un enorme interés entre los estadounidenses deseosos de visitar la isla caribeña, de acuerdo con profesionales de la industria de viajes.
Un artículo publicado este domingo en el diario The Washington Post destaca opiniones de varios turoperadores estadounidenses, ante una eventual flexibilización de autorizaciones para viajar a Cuba, de acuerdo con los recientes anuncios hechos por el presidente Barack Obama, informa Prensa Latina.
"La respuesta en nuestra oficina ha sido abrumadora", dijo Tom Popper, presidente de Insight Cuba, una organización que ha estado tramitando viajes a la isla desde el año 2000, bajo férreas restricciones impuestas por la Casa Blanca, que limitan las visitas e intercambios académicos y culturales de pequeños grupos.
"Estamos inundados de solicitudes. Nunca hemos visto nada igual", comentó Popper.
Según las nuevas medidas relacionadas con Cuba hechas por Obama, se planea crear una licencia general que cubra varias categorías codificadas, algo que, en opinión de los turoperadores, permitirá que más estadounidenses puedan visitar la isla.
Para el vicepresidente de Marazul Charters, Bob Guild, una agencia con sede en Miami que organiza viajes a Cuba, todavía no está claro cómo se implementarán los cambios anunciados con respecto a las visitas de ciudadanos estadounidenses.
"Todo el mundo está en espera de ver lo que en realidad decidirá el Departamento del Tesoro", subrayó Guild.
El ejecutivo de Marazul Charters evaluó como un paso positivo que con estas nuevas medidas a los turistas estadounidenses se les permitirá importar hasta 400 dólares en bienes cubanos, incluidos hasta 100 en tabaco y alcohol combinados.
"Es un cambio en la dirección correcta", enfatizó Guild.
Algunos turoperadores estadounidenses demostraron su preocupación por la infraestructura turística cubana y las capacidades hoteleras, servicios de taxis, autobuses turísticos, accesos aeroportuarios y vehículos de alquiler, que puedan asumir una avalancha de turistas norteamericanos.
Según el artículo de The Washington Post, cada año Cuba recibe alrededor de tres millones de visitantes, cifra que puede incrementarse considerablemente ante una eventual apertura del turismo estadounidense.
"Creo que todo presagia un futuro increíble en lo que respecta a viajar (a Cuba) y nuevas oportunidades para que los estadounidenses disfruten un lugar que ha sido prohibido desde hace 51 años", dijo Tom Popper.
Un artículo publicado este domingo en el diario The Washington Post destaca opiniones de varios turoperadores estadounidenses, ante una eventual flexibilización de autorizaciones para viajar a Cuba, de acuerdo con los recientes anuncios hechos por el presidente Barack Obama, informa Prensa Latina.
"La respuesta en nuestra oficina ha sido abrumadora", dijo Tom Popper, presidente de Insight Cuba, una organización que ha estado tramitando viajes a la isla desde el año 2000, bajo férreas restricciones impuestas por la Casa Blanca, que limitan las visitas e intercambios académicos y culturales de pequeños grupos.
"Estamos inundados de solicitudes. Nunca hemos visto nada igual", comentó Popper.
Según las nuevas medidas relacionadas con Cuba hechas por Obama, se planea crear una licencia general que cubra varias categorías codificadas, algo que, en opinión de los turoperadores, permitirá que más estadounidenses puedan visitar la isla.
Para el vicepresidente de Marazul Charters, Bob Guild, una agencia con sede en Miami que organiza viajes a Cuba, todavía no está claro cómo se implementarán los cambios anunciados con respecto a las visitas de ciudadanos estadounidenses.
"Todo el mundo está en espera de ver lo que en realidad decidirá el Departamento del Tesoro", subrayó Guild.
El ejecutivo de Marazul Charters evaluó como un paso positivo que con estas nuevas medidas a los turistas estadounidenses se les permitirá importar hasta 400 dólares en bienes cubanos, incluidos hasta 100 en tabaco y alcohol combinados.
"Es un cambio en la dirección correcta", enfatizó Guild.
Algunos turoperadores estadounidenses demostraron su preocupación por la infraestructura turística cubana y las capacidades hoteleras, servicios de taxis, autobuses turísticos, accesos aeroportuarios y vehículos de alquiler, que puedan asumir una avalancha de turistas norteamericanos.
Según el artículo de The Washington Post, cada año Cuba recibe alrededor de tres millones de visitantes, cifra que puede incrementarse considerablemente ante una eventual apertura del turismo estadounidense.
"Creo que todo presagia un futuro increíble en lo que respecta a viajar (a Cuba) y nuevas oportunidades para que los estadounidenses disfruten un lugar que ha sido prohibido desde hace 51 años", dijo Tom Popper.
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