Turistas de Italia, Canadá, Rusia, Reino Unido y República Checa disfrutan cada año del buceo y la pesca deportiva en los cayos del sur de la región central de Cuba.
Allí se ubica El Parque Nacional Jardines de la Reina, rodeado de un mundo subacuático con fondos poco profundo y un relieve irregular, que lo convierten en un sitio ideal para turismo especializado con la modalidad de vida a bordo.
En sus profundidades habitan esponjas, gorgóneas, quelonios, moluscos, crustáceos, especies coralinas y de abanicos, algas, coral negro y más de 100 variedades de peces.
Además es uno de los principales sitios de desove de las cuatro especies de tortugas marinas de Cuba y el hábitat de una de las mayores poblaciones de cobos (Strombus gigas) del país.
Azulmar, perteneciente a la sucursal Marlin, Náutica y Marina de Ciego de Avila, 430 kilómetros al este de La Habana, es la entidad encargada de promover la zona turística, para lo cual cuenta con una flota de 48 embarcaciones de pesca.
Formado por unos 600 islotes de naturaleza casi virgen, el litoral sur de las provincias de Ciego de Avila y Camagüey, dispone de 50 puntos de buceo y el hotel flotante Tortuga con siete cabañas, que reciben a turistas cada seis días.
Allí funciona un centro internacional de buceo que oferta inmersiones en toda la extensión en los cayos Grande, Caballones, Anclitas, Piedra Grande y Cachiboca.
Juan Carlos Morales, uno de los guias de la pesca deportiva en ese archipiélago cubano, señaló a Prensa Latina, que emplean el método de captura-marca-suelta para no afectar a las especies de habitan en la zona.
Jardines de la Reina, con más de 100 kilómetros cuadrados, lo distingue el buen estado de los arrecifes coralinos, la alta productividad de los manglares, los pastos marinos y la abundancia y talla de los peces que la habitan.
A ese Parque Nacional, al que se accede únicamente por mar y debido a su aislamiento geográfico, no tiene desarrollo poblacional, sino un turismo muy limitado, se le considera el más conservado de los grupos insulares que rodean la isla grande.
Muchos especialistas afirman que los cayos de Ana María, principal área del archipiélago, constituyen una zona de cría importante para la ornitofauna, tanto terrestre como marina al incluirse en la ruta migratoria de más de 70 especies.
Hace más de 500 años el Gran Almirante Cristobal Colón, admirado de tanta belleza denominó a esos parajes del litoral sur de Cuba como los Jardines de la Reina, en honor a la entonces soberana de España.
Allí se ubica El Parque Nacional Jardines de la Reina, rodeado de un mundo subacuático con fondos poco profundo y un relieve irregular, que lo convierten en un sitio ideal para turismo especializado con la modalidad de vida a bordo.
En sus profundidades habitan esponjas, gorgóneas, quelonios, moluscos, crustáceos, especies coralinas y de abanicos, algas, coral negro y más de 100 variedades de peces.
Además es uno de los principales sitios de desove de las cuatro especies de tortugas marinas de Cuba y el hábitat de una de las mayores poblaciones de cobos (Strombus gigas) del país.
Azulmar, perteneciente a la sucursal Marlin, Náutica y Marina de Ciego de Avila, 430 kilómetros al este de La Habana, es la entidad encargada de promover la zona turística, para lo cual cuenta con una flota de 48 embarcaciones de pesca.
Formado por unos 600 islotes de naturaleza casi virgen, el litoral sur de las provincias de Ciego de Avila y Camagüey, dispone de 50 puntos de buceo y el hotel flotante Tortuga con siete cabañas, que reciben a turistas cada seis días.
Allí funciona un centro internacional de buceo que oferta inmersiones en toda la extensión en los cayos Grande, Caballones, Anclitas, Piedra Grande y Cachiboca.
Juan Carlos Morales, uno de los guias de la pesca deportiva en ese archipiélago cubano, señaló a Prensa Latina, que emplean el método de captura-marca-suelta para no afectar a las especies de habitan en la zona.
Jardines de la Reina, con más de 100 kilómetros cuadrados, lo distingue el buen estado de los arrecifes coralinos, la alta productividad de los manglares, los pastos marinos y la abundancia y talla de los peces que la habitan.
A ese Parque Nacional, al que se accede únicamente por mar y debido a su aislamiento geográfico, no tiene desarrollo poblacional, sino un turismo muy limitado, se le considera el más conservado de los grupos insulares que rodean la isla grande.
Muchos especialistas afirman que los cayos de Ana María, principal área del archipiélago, constituyen una zona de cría importante para la ornitofauna, tanto terrestre como marina al incluirse en la ruta migratoria de más de 70 especies.
Hace más de 500 años el Gran Almirante Cristobal Colón, admirado de tanta belleza denominó a esos parajes del litoral sur de Cuba como los Jardines de la Reina, en honor a la entonces soberana de España.