Próximo al Valle de Viñales, el antiguo hotel Rancho San Vicente, será restaurado para ampliar las opciones del turismo de salud en el occidente cubano, confirmaron hoy directivos del sector.
Los trabajos de remodelación, previstos para el venidero año, incluyen la piscina y los baños de aguas mineromedicinales, que prestigian al paraje montañoso, explicó a Prensa Latina Odalys Acosta, gerente del complejo hotelero.
Una vez finalizadas las labores de reconstrucción, Rancho San Vicente dispondrá en total de unas 75 habitaciones para alojar a los viajeros, tanto nacionales como foráneos, añadió.
El centro turístico -data de 1901- se ubica contiguo a la Cueva del Indio, que propone un viaje en bote entre cavernas y cerca del Palenque de los Cimarrones, donde perviven evidencias del siglo XIX asociadas a los esclavos rebeldes.
Muchos recién llegados alternan su estancia en el lugar con paseos hasta el sistema cavernario aledaño, surcado por el río San Vicente, para admirar espectaculares formaciones de estalactitas y estalagmitas.
Los recorridos por senderos del Parque Nacional radicado en la localidad, resulta igualmente atractiva oferta para los visitantes, interesados en conocer los valores de un sitio de alta significación natural, Paisaje Cultural de la Humanidad.
Perteneciente a la pintoresca comunidad de Viñales, el hotel que posee ahora más de 50 cabañas, recibe cada año a miles de turistas extranjeros, en su mayoría provenientes de Europa, precisó Acosta.
Tanto el Valle de Viñales con sus mogotes jurásicos como el poblado que lo circunda fueron inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial por la armonía hombre-naturaleza y la preservación de tradiciones agrarias y artísticas.
En el pueblo abundan los inmuebles de aires coloniales y en las vegas tabacaleras perduran los bohíos, hechos de madera y guano -hojas de palma-, exponentes de la arquitectura vernácula.
Los trabajos de remodelación, previstos para el venidero año, incluyen la piscina y los baños de aguas mineromedicinales, que prestigian al paraje montañoso, explicó a Prensa Latina Odalys Acosta, gerente del complejo hotelero.
Una vez finalizadas las labores de reconstrucción, Rancho San Vicente dispondrá en total de unas 75 habitaciones para alojar a los viajeros, tanto nacionales como foráneos, añadió.
El centro turístico -data de 1901- se ubica contiguo a la Cueva del Indio, que propone un viaje en bote entre cavernas y cerca del Palenque de los Cimarrones, donde perviven evidencias del siglo XIX asociadas a los esclavos rebeldes.
Muchos recién llegados alternan su estancia en el lugar con paseos hasta el sistema cavernario aledaño, surcado por el río San Vicente, para admirar espectaculares formaciones de estalactitas y estalagmitas.
Los recorridos por senderos del Parque Nacional radicado en la localidad, resulta igualmente atractiva oferta para los visitantes, interesados en conocer los valores de un sitio de alta significación natural, Paisaje Cultural de la Humanidad.
Perteneciente a la pintoresca comunidad de Viñales, el hotel que posee ahora más de 50 cabañas, recibe cada año a miles de turistas extranjeros, en su mayoría provenientes de Europa, precisó Acosta.
Tanto el Valle de Viñales con sus mogotes jurásicos como el poblado que lo circunda fueron inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial por la armonía hombre-naturaleza y la preservación de tradiciones agrarias y artísticas.
En el pueblo abundan los inmuebles de aires coloniales y en las vegas tabacaleras perduran los bohíos, hechos de madera y guano -hojas de palma-, exponentes de la arquitectura vernácula.
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