Con el auspicio del Ministerio de Cultura de esta isla, la cita en 2019 festejará los 500 años de fundación de La Habana y de la ciudad de Veracruz, México.
De acuerdo con la vicepresidenta de Timbalaye, Irma Castillo, el evento busca reconocer el legado histórico y cultural de la presencia africana en Cuba, el Caribe y América Latina, a partir de su patrimonio vivo.
El festival quedará inaugurado en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), con un panel en torno a nuevas rutas de cooperación para el desarrollo económico, cultural y turístico de América Latina y el Caribe.
Los principales ponentes serán el poeta, narrador y etnólogo cubano Miguel Barnet y el director del espacio cultural iberoamericano de la Secretaría General Iberoamericana, Enrique Vargas, proveniente de México.
De la nación azteca también expondrá el presidente de la Asociación para la Cultura y el Turismo de América Latina, Armando Bojórquez, junto con las economistas cubanas Zoila González y María Elena Mora; el filósofo José Matos, la poetisa Nancy Morejón y el presidente de la Uneac, Luis Morlote.
Agrupaciones rumberas actuarán durante el evento en disímiles escenarios y, el 24 de agosto, se realizarán homenajes al centenario de Benny Moré, un artista cubano conocido allende los mares como 'el bárbaro del ritmo'.
Entre los artistas invitados de México se encuentran el arpista Delfino Guerrero y la cantante Fabiola Jaramillo, que participarán en la fiesta popular más importante de la capital cubana, el Carnaval de La Habana, de gran interés turístico.
Clases magistrales, paneles de debates, conciertos y espectáculos hasta el 31 de agosto intentarán exponer la trascendencia de la rumba, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por la Unesco.
Los organizadores de la cita privilegian la interacción con la comunidad, por eso impulsan el proyecto Viviendo en los Barrios, en varios municipios de las occidentales provincias de La Habana y Matanzas.
Tal iniciativa pretende estimular la memoria en las nuevas generaciones, así como resaltar y valorar las raíces que forjaron la identidad a partir del aporte al patrimonio rumbero en los distintos barrios.
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