Más de 14 mil pasajeros abordarán hasta el 30 de marzo próximo el crucero Louis Cristal, que arribó este fin de semana al puerto de La Habana para iniciar su segunda temporada de bojeo turístico por Cuba.
Así lo estimaron representantes de Viajes Cubanacán, receptivo exclusivo de la embarcación en la Isla, en encuentro con turoperadores, agentes y prensa especializada para presentar las ofertas del período.
Tras una exitosa temporada en 2013-2014, la compañía canadiense Cuba Cruise vuelve con el Louis Cristal, para promocionar de una manera diferente los encantos del destino cubano, consideró Mercedes Abreu, presidenta de la agencia líder nacional en la modalidad de excursiones.
Añadió que para el actual invierno, cuyas ventas iniciaron el 22 de diciembre último, se prevén resultados superiores; por lo cual ya la firma canadiense confirmó su entrada también a Cuba en 2016.
El circuito previsto para la segunda temporada tiene una duración de siete noches y toca seis puertos, entre estos, los de Santiago de Cuba, Montego Bay (Jamaica) y Cienfuegos, además, hará escalas en Punta Francés, Isla de la Juventud y en el polo turístico de Holguín.
Para respaldar su propuesta crucerística por Cuba, la compañía canadiense operará un vuelo directo entre el Toronto Pearson International Airport y el Aeropuerto Internacional José Martí, con transfer de los pasajeros hasta el muelle del puerto habanero.
Este fin de semana también culminó su visita a la Mayor de las Antillas, el crucero inglés Thomson Dreams, con capacidad para dos mil pasajeros y que regresó tras varios años sin operar en este destino.
También se espera la llegada de embarcaciones como el Panorama y el velero Star Flyer, franca muestra de que esta modalidad en Cuba continúa su crecimiento, a pesar de las restricciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos, que prohíben a las compañías norteamericanas –de las principales en el mundo-, tocar puertos cubanos.
La Isla constituye un destino con excelentes posibilidades para desarrollar esa actividad, porque dispone de terminales capacitadas para recibir grandes buques, en cuyas cercanías se encuentran sitios de alto valor histórico y patrimonial, como Cienfuegos y Santiago de Cuba.
Según funcionarios del ramo, la moderna terminal portuaria de La Habana casi no tiene comparación con las existentes en el resto del Caribe, tanto por su calado, ubicación, condiciones, la belleza de su bahía, y la cercanía a hoteles y al aeropuerto internacional José Martí.
Así lo estimaron representantes de Viajes Cubanacán, receptivo exclusivo de la embarcación en la Isla, en encuentro con turoperadores, agentes y prensa especializada para presentar las ofertas del período.
Tras una exitosa temporada en 2013-2014, la compañía canadiense Cuba Cruise vuelve con el Louis Cristal, para promocionar de una manera diferente los encantos del destino cubano, consideró Mercedes Abreu, presidenta de la agencia líder nacional en la modalidad de excursiones.
Añadió que para el actual invierno, cuyas ventas iniciaron el 22 de diciembre último, se prevén resultados superiores; por lo cual ya la firma canadiense confirmó su entrada también a Cuba en 2016.
El circuito previsto para la segunda temporada tiene una duración de siete noches y toca seis puertos, entre estos, los de Santiago de Cuba, Montego Bay (Jamaica) y Cienfuegos, además, hará escalas en Punta Francés, Isla de la Juventud y en el polo turístico de Holguín.
Para respaldar su propuesta crucerística por Cuba, la compañía canadiense operará un vuelo directo entre el Toronto Pearson International Airport y el Aeropuerto Internacional José Martí, con transfer de los pasajeros hasta el muelle del puerto habanero.
Este fin de semana también culminó su visita a la Mayor de las Antillas, el crucero inglés Thomson Dreams, con capacidad para dos mil pasajeros y que regresó tras varios años sin operar en este destino.
También se espera la llegada de embarcaciones como el Panorama y el velero Star Flyer, franca muestra de que esta modalidad en Cuba continúa su crecimiento, a pesar de las restricciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos, que prohíben a las compañías norteamericanas –de las principales en el mundo-, tocar puertos cubanos.
La Isla constituye un destino con excelentes posibilidades para desarrollar esa actividad, porque dispone de terminales capacitadas para recibir grandes buques, en cuyas cercanías se encuentran sitios de alto valor histórico y patrimonial, como Cienfuegos y Santiago de Cuba.
Según funcionarios del ramo, la moderna terminal portuaria de La Habana casi no tiene comparación con las existentes en el resto del Caribe, tanto por su calado, ubicación, condiciones, la belleza de su bahía, y la cercanía a hoteles y al aeropuerto internacional José Martí.
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