Tras sus modificaciones, la Ley Migratoria cubana apoya uno de los planes más ambiciosos de la industria turística nacional: desarrollar costosos proyectos inmobiliarios en torno a campos de golf.
Un decreto, el 305, que adquirió vigencia desde el pasado 14 de enero, establece prioridades para los ciudadanos de otros países que aquí se consideren como «residentes inmobiliarios», que podrán ser admitidos en Cuba por un año, prorrogable sucesivamente por igual término.
Una de las subclasificaciones de visados que entrega a los extranjeros es el de «Residente de inmobiliaria», junto a los tradicionales Visitante, Diplomático, Oficial, Residente temporal y Residente permanente.
Hace dos años, el ministro del Turismo, Manuel Marrero, anunció el desarrollo de campos de golf, marinas y otros proyectos inmobiliarios con capital extranjero para impulsar la industria del turismo cubana, que aspira a atender pronto tres millones de visitantes anuales y atrae ingresos por alrededor de dos mil millones de dólares.
Un decreto, el 305, que adquirió vigencia desde el pasado 14 de enero, establece prioridades para los ciudadanos de otros países que aquí se consideren como «residentes inmobiliarios», que podrán ser admitidos en Cuba por un año, prorrogable sucesivamente por igual término.
Una de las subclasificaciones de visados que entrega a los extranjeros es el de «Residente de inmobiliaria», junto a los tradicionales Visitante, Diplomático, Oficial, Residente temporal y Residente permanente.
Hace dos años, el ministro del Turismo, Manuel Marrero, anunció el desarrollo de campos de golf, marinas y otros proyectos inmobiliarios con capital extranjero para impulsar la industria del turismo cubana, que aspira a atender pronto tres millones de visitantes anuales y atrae ingresos por alrededor de dos mil millones de dólares.
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