Cuando el venidero 1 de noviembre comience la temporada alta del turismo en Cuba, sin dudas el Hotel La Ermita constituirá uno de los destinos preferidos por los visitantes foráneos, como ocurre cada año debido a su sorprendente vista al Valle de Viñales.
Inaugurada en 1961 con sus primeras 18 habitaciones, la instalación ostenta numerosos atractivos; pero su mirador desde la terraza central a una de las joyas de la provincia más occidental de Cuba, permite descubrir un ambiente de relajación y esparcimiento.
Declarado Paisaje Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Valle de Viñales es un sitio de disímiles encantos para quienes se aventuran a descubrirlo.
La Ermita ofrece diversas opciones a sus huéspedes, que van desde los servicios gastronómicos en restaurante, bar y parrillada, hasta piscina y recorridos por lugares emblemáticos del municipio pinareño, estos últimos mediante un buró de reservaciones de la Agencia Viajes Cubanacán, según explicó a la ACN Sergio Cabrera Bravo, gerente del hotel.
Hoy con 64 habitaciones dotadas de climatización, mini- bar, baño privado, televisión satelital, agua fría y caliente, los clientes también disponen de Internet, tienda y enfermería.
Variadas son las actividades culturales y deportivas a las cuales también tienen acceso cuantos decidan hospedarse allí, en tanto están en constante vínculo con las tradiciones campesinas de los lugareños.
Hasta el mes de abril se extiende la temporada alta, toda vez que Pinar del Río sobresale por sus más de 40 productos de naturaleza y por ser la provincia con mayor cantidad de esas ofertas.
Viñales constituye su principal polo turístico y posee productos estrellas como la visita a la Gran Caverna de Santo Tomás y el canopy en la modalidad de aventura.
Inaugurada en 1961 con sus primeras 18 habitaciones, la instalación ostenta numerosos atractivos; pero su mirador desde la terraza central a una de las joyas de la provincia más occidental de Cuba, permite descubrir un ambiente de relajación y esparcimiento.
Declarado Paisaje Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Valle de Viñales es un sitio de disímiles encantos para quienes se aventuran a descubrirlo.
La Ermita ofrece diversas opciones a sus huéspedes, que van desde los servicios gastronómicos en restaurante, bar y parrillada, hasta piscina y recorridos por lugares emblemáticos del municipio pinareño, estos últimos mediante un buró de reservaciones de la Agencia Viajes Cubanacán, según explicó a la ACN Sergio Cabrera Bravo, gerente del hotel.
Hoy con 64 habitaciones dotadas de climatización, mini- bar, baño privado, televisión satelital, agua fría y caliente, los clientes también disponen de Internet, tienda y enfermería.
Variadas son las actividades culturales y deportivas a las cuales también tienen acceso cuantos decidan hospedarse allí, en tanto están en constante vínculo con las tradiciones campesinas de los lugareños.
Hasta el mes de abril se extiende la temporada alta, toda vez que Pinar del Río sobresale por sus más de 40 productos de naturaleza y por ser la provincia con mayor cantidad de esas ofertas.
Viñales constituye su principal polo turístico y posee productos estrellas como la visita a la Gran Caverna de Santo Tomás y el canopy en la modalidad de aventura.