La compañía española NH regresó a Cuba con la reapertura en La Habana en 2013 del Hotel NH Capri, y por los éxitos en su gestión en estos cinco años bien valió el retorno, afirma su gerente general Juan F. Candeal.
El ejecutivo español conversó con Prensa Latina en la celebración del aniversario 62 de ese emblemático establecimiento que combina rica historia con servicios de alta calidad para responder a las demandas de una industria cada vez más exigente.
El hotel es parte viva de la historia de la ciudad y así como de la esencia y de la oferta turística de La Habana, destaca Candeal.
En ubicación privilegiada en el corazón del Vedado, el Capri abrió sus puertas el 27 de noviembre de 1957 bajo el mando de los hampones Santo Trafficante, Meyer Lanski y George Raft, pero al renacer Cuba en 1959, dejó atrás su cultura de casino y confabulaciones mafiosas.
Propiedad hoy de la cadena Gran Caribe, luego de una renovación capital, la hotelera NH se encargó de su administración con la reapertura en diciembre de 2013.
'Nos sentimos muy complacidos porque hemos asegurado niveles estables de ocupación, una de las mejores de la ciudad, durante estos últimos cinco años', señala el ejecutivo español quien apostilla que los resultados 'están por encima de las expectativas que se habían generado'.
El gerente comercial del hotel, el directivo cubano Juan Santo indica que su ubicación privilegiada les permite trabajar diversidad de segmentos turísticos, como el ocio y placer urbano y el de negocios, así como diversos mercados, siendo hoy el español el principal.
NH Capri ofrece 250 habitaciones bien equipadas, salones de reunión, bares, restaurantes y una piscina en el piso 18, todos con exquisita vista de la ciudad.
En su decorado y ambientación priman los colores neutros como el ocre, verde claro, blanco o el negro, con un diseño sobrio, que sin lujo, lo hace un hotel elegante.
Desde hace dos años, NH administra también el pequeño pero muy acogedor Hotel Victoria, a una cuadra del Capri, otra carta de éxito de la asociación NH-Gran Caribe.
'Lo gestionamos como un establecimiento 'upper scale' (de lujo) de la marca NH Collection para el que buscamos clientes de más alto rango, y estamos obteniendo muy buenos resultados en calidad del servicio, posicionamiento y en la repetición de clientes', aseguró Candeal.
A la pregunta si valió la pena que NH retornara a La Habana, el ejecutivo enfatiza: 'Por supuesto, ha valido la pena', y ahonda: 'Nos trae muchas satisfacciones porque nos permite ampliar nuestra cartera de hoteles en América Latina y el Caribe donde en particular queremos tener una presencia más activa'.
De hecho, Candeal anticipa que NH impulsa otros proyectos en Cuba, no solo en La Habana sino en el resto de la isla que se irán abriendo próximamente.
El ejecutivo español conversó con Prensa Latina en la celebración del aniversario 62 de ese emblemático establecimiento que combina rica historia con servicios de alta calidad para responder a las demandas de una industria cada vez más exigente.
El hotel es parte viva de la historia de la ciudad y así como de la esencia y de la oferta turística de La Habana, destaca Candeal.
En ubicación privilegiada en el corazón del Vedado, el Capri abrió sus puertas el 27 de noviembre de 1957 bajo el mando de los hampones Santo Trafficante, Meyer Lanski y George Raft, pero al renacer Cuba en 1959, dejó atrás su cultura de casino y confabulaciones mafiosas.
Propiedad hoy de la cadena Gran Caribe, luego de una renovación capital, la hotelera NH se encargó de su administración con la reapertura en diciembre de 2013.
'Nos sentimos muy complacidos porque hemos asegurado niveles estables de ocupación, una de las mejores de la ciudad, durante estos últimos cinco años', señala el ejecutivo español quien apostilla que los resultados 'están por encima de las expectativas que se habían generado'.
El gerente comercial del hotel, el directivo cubano Juan Santo indica que su ubicación privilegiada les permite trabajar diversidad de segmentos turísticos, como el ocio y placer urbano y el de negocios, así como diversos mercados, siendo hoy el español el principal.
NH Capri ofrece 250 habitaciones bien equipadas, salones de reunión, bares, restaurantes y una piscina en el piso 18, todos con exquisita vista de la ciudad.
En su decorado y ambientación priman los colores neutros como el ocre, verde claro, blanco o el negro, con un diseño sobrio, que sin lujo, lo hace un hotel elegante.
Desde hace dos años, NH administra también el pequeño pero muy acogedor Hotel Victoria, a una cuadra del Capri, otra carta de éxito de la asociación NH-Gran Caribe.
'Lo gestionamos como un establecimiento 'upper scale' (de lujo) de la marca NH Collection para el que buscamos clientes de más alto rango, y estamos obteniendo muy buenos resultados en calidad del servicio, posicionamiento y en la repetición de clientes', aseguró Candeal.
A la pregunta si valió la pena que NH retornara a La Habana, el ejecutivo enfatiza: 'Por supuesto, ha valido la pena', y ahonda: 'Nos trae muchas satisfacciones porque nos permite ampliar nuestra cartera de hoteles en América Latina y el Caribe donde en particular queremos tener una presencia más activa'.
De hecho, Candeal anticipa que NH impulsa otros proyectos en Cuba, no solo en La Habana sino en el resto de la isla que se irán abriendo próximamente.
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