La entrada del 2014 para el turismo cubano ha seguido la ruta con que cerró el 2013, cuando reportó un récord de llegadas internacionales -dos millones 851 mil visitantes, para un crecimiento del 100,05 por ciento-; cuantía válida aunque distante del pronóstico de alcanzar los tres millones.
Pese a que por segundo año consecutivo no se logró tal cuantía, ya durante el ejercicio en curso no se menciona esa cota y solo se admite que la previsión de la cantidad de viajeros en estos 12 meses será similar al período precedente, de acuerdo con fuentes del Ministerio de Turismo.
Por las calles citadinas y en otros lugares turísticos o no se advierte ahora el ir y venir de numerosos viajeros.
Baste solo con llegarse al Malecón y ver una interminable hilera de ómnibus de donde salen decenas de personas ávidas de desandar- guiados ó por su libre antojo- el Centro Histórico de la Habana Vieja. Pero no es solo la capital donde por simple observación se ven cifras inusuales de veraneantes foráneos, sino que también se reporta idéntico comportamiento en el balneario de Varadero, según reportes recientes del Noticiero de Televisión.
Mejor preparada y precedida y acompañada por un conjunto de iniciativas- concretadas todas en su mayoría-, la actual temporada invernal- extendida del primero de noviembre y hasta el 30 de abril- va por buena senda, tanto que quizás reporte ella sola más de un millón 400 mil clientes. Este es un ejemplo a reeditar en la venidera campaña, claro tomando lo bueno y eliminando lo que no lo fue.
Tal arribazón de clientes pudo ser superior, pero varios factores negativos operaron en contra. Algunas de esas causas son ya consabidas: la crisis económica global, con eco también en Europa, donde se localizan vitales mercados emisores para el destino Cuba y el siempre presente y obstinado bloqueo de EE.UU, principal impedimento para el desenvolvimiento económico de la nación.
A esta lista se sumaron con igual sentido adverso el fin de los vuelos de la aerolínea Iberia- 74 mil pasajeros menos de los previstos- y errores en las acciones de comercialización y comunicación del máximo organismo del ramo- admitidos por autoridades de esa propia procedencia-, las cuales no fueron todo lo oportunas que se requería.
Aún así, en análisis preliminares, sobre los resultados de la marcha de la temporada invernal la prensa conocía de primera mano, que las encuestas apuntaban a una mayor calidad del servicio y el resto de las prestaciones en la industria sin humo; y que las estadísticas indicaban más eficiencia e ingresos en la gestión.
Bien por esos avances, pero se sabe que no son suficientes y menos para un renglón tan competitivo, en cuya vecindad posee “rivales” como el Caribe mexicano y República Dominicana, con productos para el ocio afines e incluso los otros con la ventaja del libre acceso al mercado norteamericano.
También esos territorios disfrutan de un ascendente movimiento de cruceros, importante actividad para la región y de la cual la mayor de las Antillas tiene muy poca participación, por las restricciones del bloqueo de Washington. No hay que olvidar que el 90 por ciento de las compañías que operan esas embarcaciones disponen de capitales norteños.
Sin embargo, a pesar de tan enorme impedimento, esa modalidad reportará para el archipiélago en cinco meses 125 atraques, a cargo de ocho naves diferentes, las cuales tocarán tierra cubana por los puertos de la capital, de la oriental ciudad de Santiago de Cuba, en Casilda, Sancti Spíritus, y en Cienfuegos- ambos en el centro-sur-; Antilla, en Holguín; y en Punta Francés, en el sur de la Isla de la Juventud.
El país se ha propuesto diversificar sus propuestas recreativas para el ramo y por ese camino buscar sentar la diferencia con sus semejantes en el entorno geográfico. Más allá de sus atractivos naturales, históricos, arquitectónicos, patrimoniales, culturales y la fama de pueblo acogedor, hospitalario, el destino Cuba pretende hacer carrera en muchas otras direcciones, como en el turismo de congreso y convenciones, donde ya descuella dentro y fuera de fronteras por disponer de los recursos humanos y la infraestructura exigida.
Esos méritos los hará valer en breve en su condición de anfitrión de la ll Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), cita prevista para La Habana los venideros días 28 y 29.
El 2014 ha iniciado su andar y se presenta para el turismo cubano como un nuevo año, con nuevos retos desde su propia arrancada.
Pese a que por segundo año consecutivo no se logró tal cuantía, ya durante el ejercicio en curso no se menciona esa cota y solo se admite que la previsión de la cantidad de viajeros en estos 12 meses será similar al período precedente, de acuerdo con fuentes del Ministerio de Turismo.
Por las calles citadinas y en otros lugares turísticos o no se advierte ahora el ir y venir de numerosos viajeros.
Baste solo con llegarse al Malecón y ver una interminable hilera de ómnibus de donde salen decenas de personas ávidas de desandar- guiados ó por su libre antojo- el Centro Histórico de la Habana Vieja. Pero no es solo la capital donde por simple observación se ven cifras inusuales de veraneantes foráneos, sino que también se reporta idéntico comportamiento en el balneario de Varadero, según reportes recientes del Noticiero de Televisión.
Mejor preparada y precedida y acompañada por un conjunto de iniciativas- concretadas todas en su mayoría-, la actual temporada invernal- extendida del primero de noviembre y hasta el 30 de abril- va por buena senda, tanto que quizás reporte ella sola más de un millón 400 mil clientes. Este es un ejemplo a reeditar en la venidera campaña, claro tomando lo bueno y eliminando lo que no lo fue.
Tal arribazón de clientes pudo ser superior, pero varios factores negativos operaron en contra. Algunas de esas causas son ya consabidas: la crisis económica global, con eco también en Europa, donde se localizan vitales mercados emisores para el destino Cuba y el siempre presente y obstinado bloqueo de EE.UU, principal impedimento para el desenvolvimiento económico de la nación.
A esta lista se sumaron con igual sentido adverso el fin de los vuelos de la aerolínea Iberia- 74 mil pasajeros menos de los previstos- y errores en las acciones de comercialización y comunicación del máximo organismo del ramo- admitidos por autoridades de esa propia procedencia-, las cuales no fueron todo lo oportunas que se requería.
Aún así, en análisis preliminares, sobre los resultados de la marcha de la temporada invernal la prensa conocía de primera mano, que las encuestas apuntaban a una mayor calidad del servicio y el resto de las prestaciones en la industria sin humo; y que las estadísticas indicaban más eficiencia e ingresos en la gestión.
Bien por esos avances, pero se sabe que no son suficientes y menos para un renglón tan competitivo, en cuya vecindad posee “rivales” como el Caribe mexicano y República Dominicana, con productos para el ocio afines e incluso los otros con la ventaja del libre acceso al mercado norteamericano.
También esos territorios disfrutan de un ascendente movimiento de cruceros, importante actividad para la región y de la cual la mayor de las Antillas tiene muy poca participación, por las restricciones del bloqueo de Washington. No hay que olvidar que el 90 por ciento de las compañías que operan esas embarcaciones disponen de capitales norteños.
Sin embargo, a pesar de tan enorme impedimento, esa modalidad reportará para el archipiélago en cinco meses 125 atraques, a cargo de ocho naves diferentes, las cuales tocarán tierra cubana por los puertos de la capital, de la oriental ciudad de Santiago de Cuba, en Casilda, Sancti Spíritus, y en Cienfuegos- ambos en el centro-sur-; Antilla, en Holguín; y en Punta Francés, en el sur de la Isla de la Juventud.
El país se ha propuesto diversificar sus propuestas recreativas para el ramo y por ese camino buscar sentar la diferencia con sus semejantes en el entorno geográfico. Más allá de sus atractivos naturales, históricos, arquitectónicos, patrimoniales, culturales y la fama de pueblo acogedor, hospitalario, el destino Cuba pretende hacer carrera en muchas otras direcciones, como en el turismo de congreso y convenciones, donde ya descuella dentro y fuera de fronteras por disponer de los recursos humanos y la infraestructura exigida.
Esos méritos los hará valer en breve en su condición de anfitrión de la ll Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), cita prevista para La Habana los venideros días 28 y 29.
El 2014 ha iniciado su andar y se presenta para el turismo cubano como un nuevo año, con nuevos retos desde su propia arrancada.
¡Sé el primero en comentar!